Tijuana, Baja California: “La victoria del pueblo que hoy conmemoramos no es menor. Tuvimos que esperar muchas décadas para lograr los cambios constitucionales e institucionales que hoy estamos atestiguando”, expuso la diputada Evangelina Moreno Guerra, originaria de Tijuana, Baja California.
En un ejercicio democrático, la diputada federal Moreno Guerra, realizó el pasado domingo, la asamblea informativa “LA VICTORIA DEL PUEBLO, ES DEL PUEBLO MEXICANO”, sobre el compromiso cumplido por la aprobación de la reforma judicial. Al evento asistieron más de mil personas, en el salón SNTE Sección 2, 16 de septiembre, de este municipio.
Fue una jornada ejemplar, desde las nueve de la mañana, cientos de personas; jóvenes, adultos mayores, madres de familia, maestros, se juntaron para escuchar, los avances y resultados de la mediática reforma judicial.
Frente a una gran manta con la consigna “El Triunfo es del Pueblo”, Moreno Guerra, expuso “estamos aquí para celebrar que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, decidió no entrar a estudio de fondo del proyecto que pretendía declarar inconstitucional los cambios que el poder constituyente, es decir, las dos terceras partes de ambas cámaras del Congreso de la Unión, más la mayoría de los congresos locales”, enfatiza, “aprobamos esta reforma, para democratizar y combatir la corrupción al interior del Poder Judicial de la Federación”.
Mencionó que cuando la estrategia de la sobrerrepresentación no les funcionó a los sectores conservadores y a los poderes fácticos, presionaron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que realizaran una interpretación, es decir, revisar las reformas constitucionales. “Fue en ese contexto que la presidenta envió al Senado una reforma para que nadie, sobre todo el Poder Judicial, pueda usurpar el poder reformador de la constitución que radica en el constituyente permanente”, expuso la legisladora norteña.
Para contextualizar, la diputada federal, originaria de Tijuana, recordó hechos de la historia de México, en su discurso relata que “fue con el movimiento ferrocarrilero encabezado por Demetrio Vallejo y Valentín Campa en 1958, cuando empezó a agrietarse el modelo político emanado de la Revolución Mexicana; a principios de los años 60 fueron las protestas de las y los médicos; luego fueron los campesinos del estado de Morelos…”, sin embargo, especifica la diputada, “ fue en 1968 y en 1971 que el Estado de partido único de aquellos años hizo sentir su poder represor en contra de los estudiantes”.
En su discurso recuperó la memoria de los encarcelados, desaparecidos, torturados y asesinados en la época que se le llamó la Guerra Sucia, son a ellos, expuso “a los que les debemos la primera apertura democrática y fue su lucha la que presionó para que tuviéramos una primera reforma constitucional en 1977, en materia de apertura política”.
La representante popular en un recorrido histórico recordó a las personas que vivieron fraude electoral en las elecciones presidenciales de 1988. “Después vino la década de los 90, que fue igualmente agitada y convulsa y también estuvo marcada por la persecución política en contra de los movimientos sociales y los partidos políticos de oposición, en especial los de izquierda”, señaló.
También, la diputada tijuanense, Moreno Guerra, recordó que el fraude del 2006 fue el inicio del MORENA, “ese año tampoco nos quedamos cruzados de brazos, instauramos un gobierno legítimo y cerramos la avenida más importante del país, el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, a manera de denuncia y protesta”.
En el año 2012, nos vencieron, gracias a los poderes fácticos. En el 2018, el triunfo de MORENA fue contundente, relata, “así inicia así la transformación de México”.
En ese contexto histórico y contemporáneo, hizo un llamado a involucrarse en las elecciones extraordinarias de las personas juzgadoras del 2025, “debemos demostrar que ha sido un acierto la reforma judicial y la forma de hacerlo es estar atentos a los perfiles que se postulen, también debemos salir a votar ese 1°de junio de 2025”.
Sin embargo, expresa, “para esto es necesario ser capaces de fortalecer nuestro tejido social; la vida colectiva, la vida en las colonias, en los ejidos, en las comunidades, y para ello necesitamos que se nos garantice la paz, la tranquilidad, la gobernabilidad, la justicia, la salud mental. Porque no hay programa social, ni política pública que valoremos más que la libertad y la tranquilidad de regresar sanos y salvos a nuestras casas, de caminar sin miedo en las calles”, concluyó así su intervención la defensora de derechos humanos y legisladora federal.