TIJUANA, B.C. – Hay nombres que no necesitan presentación cuando se habla del boxeo local, y uno de ellos es el de Esteban “El Grillo” Camacho Varo. Con el alma de guerrero y el corazón de barrio, este sábado 17 de mayo, “El Grillo” vuelve a hacer sonar la campana en Rancho Grande, en una esperada velada organizada por Promociones Quiñonez.
Más que una pelea, su regreso significa un reencuentro con la pasión que lo ha marcado desde sus primeros pasos sobre el cuadrilátero. Con un récord de 6 victorias —2 por la vía del nocaut— y 8 descalabros, Camacho suma ya 60 rounds de experiencia profesional. Pero sus números no cuentan toda la historia: su carrera ha sido una de lucha constante, de levantarse tras cada caída, de nunca renunciar al sueño.
“Estoy agradecido con la vida por darme una nueva oportunidad de subirme al ring”, compartió Esteban, con la mirada puesta en el horizonte y los puños llenos de esperanza.
Esta noche no será sencilla. En la esquina contraria estará Alberto Álvarez, un rival joven y peligroso que ostenta 8 victorias, 5 de ellas por nocaut, y un impresionante porcentaje de nocauts del 62.5%. Con solo una derrota en su haber, Álvarez representa un desafío real, pero también la clase de prueba que “El Grillo” siempre ha sabido afrontar con valentía.
Para muchos, Camacho es más que un boxeador: es un símbolo de perseverancia, un ejemplo de que rendirse no es opción cuando se lucha con el alma. Cada golpe que lanza lleva la historia de su barrio, de su gente, de los que creen en él sin condiciones.
El sábado no solo regresa un boxeador. Regresa un hijo pródigo del ring. Regresa “El Grillo”.